martes, 30 de junio de 2020

Diseño gráfico para el Festival de internacional de teatro clásico de Mérida 2020

A mediados de febrero, poco antes de que el coronavirus pusiese nuestras vidas patas arriba, comenzamos un nuevo cuatrimestre en los Estudios superiores de Diseño de la EASD de Mérida. En la asignatura Proyectos III, impartida por el profesor Daniel Hervás al grupo de 3º de Diseño gráfico, se planteó un proyecto supuesto de rediseño de la identidad del Festival internacional de teatro clásico de Mérida 2020. Se trataba de repensar la imagen del festival desde la óptica de la gente joven para conectar, precisamente, con ese tipo de público que aún sigue siendo más minoritario. A pesar del confinamiento se han realizado unos proyectos muy interesantes que ahora queremos que salgan a luz. ¡Arriba el telón!


Para comenzar la fase de investigación nos pusimos en contacto con Pedro Blanco, Director-gerente del festival, quien sin pensárselo dos veces se prestó a acudir un día a nuestra clase para hablarnos del evento y atender nuestras dudas completando el proceso de documentación. Su valiosa participación en el aula, y el generoso tiempo dedicado, así como todas las muestras gráficas que nos dejó, sirvieron de gran ayuda para acometer la fase de diseño. Fue un lujo poder contar con su presencia y amabilidad.




En el brief del proyecto se marcaba como obligatorio diseñar, al menos parcialmente, una identidad flexible. Después de unas interesantes investigaciones de referentes gráficos se empezó a diseñar en grupos reducidos de dos o tres personas. Era necesario rediseñar el sistema de identidad visual completo y unos mínimos de aplicaciones gráficas necesarias para el festival: carteles, programas de mano, banderolas, redes sociales, web, etc.

 

El grupo formado por Miriam González, Ana Belén Delgado y Raúl Mateos han tomado como elemento conceptual la grieta, como representativa del paso del tiempo en el teatro clásico y de la sede histórica donde tienen lugar las funciones del festival, en el teatro romano de Mérida. Además, el logotipo flexible del festival está diseñado con diferentes versiones, resaltando en cada una de ellas una palabra en concreto por su mayor tamaño y el visible tratamiento “agrietado”.












La propuesta de diseño del grupo de María De la Cruz, Lucas López-Lago y María Jesús Gallardo se basa en la figura del anillo, que se asocia a las formas básicas de la geometría romana y se inspira concretamente en la figura del clípeo romano que actualmente usa de identidad el Festival. Su simplificación máxima como anillo lo convierten en un elemento moderno que permite conectar diferentes elementos entre sí. Han tomado de referencia gráfica la identidad de grandes festivales internacionales, para reforzar su estatus. La paleta de colores cálidos y su tratamiento recurrente en degradados evocan los anocheceres del verano emeritense y la hora mágica en la que se oscurece el teatro para que comience la función.













El grupo formado por Alfonso Barrero, Iván Simón y Josefa Rangel centró su atención en la planta semicircular del graderío del teatro romano para crear unos elementos gráficos geométricos sencillos con los que jugar a lo largo de toda la identidad. También tomaron el estilo tipográfico de las letras incisas del periodo romano y los motivos geométricos ornamentales que reproducen muchos mosaicos que se encuentran en el Museo nacional de arte Romano de Mérida. A todo ello añadieron el concepto de mezcla de lo actual y lo antiguo haciendo unos montajes fotográficos en los que los actores se mimetizan con esculturas romanas. La paleta cromática se inspira en los colores pastel más propios del verano, cuando tiene lugar el Festival.













La propuesta de diseño gráfico del grupo formado por Luis Poblador, Ángel Mellado y Pilar Serrano une media cara del Clípeo (Júpiter-Ammon) y del actor/actriz, mezclando pasado y presente, llevando al actor al nivel de grandeza de Clípeo, deidad representante de la coexistencia de la sociedad Romana (Divinidad Júpiter) y Egipcia (Divinidad Ammon). Para el isotipo se eligió diseñarlo a partir de la planta del graderío del Teatro tomano de Mérida, que conforman tres semicírculos de diferentes tamaños que se recogen unos dentro de otros. En cuanto a la paleta cromática, los colores han sido extraídos de la imagen restaurada de cómo se cree que era el teatro romano en la antigüedad: columnas de mármol, telones rojos, muros azules y las piedras ocres-anaranjados.

 












La pareja de diseño formada por Blanca Asensio y Pedro Ponce han reinterpretado elementos geométricos de la arquitectura del Teatro romano de Mérida para usarlos a modo de patrón centrípeto, haciendo referencia a la estructura circular del clípeo. Además, los motivos de la arquitectura que toman para generar los patrones son exactamente siete, haciendo referencia a la Leyenda popular de “las siete sillas”. También la retícula se compone de catorce secciones iguales (múltiplo de siete). Al final, se generan siete iconos resultantes para construir la marca y sus aplicaciones gráficas. Otro elemento destacable del diseño es la paleta de colores, una propuesta original y atrevida con clara intención de modernizar la imagen del Festival.